El plástico generado por el Coronavirus está contaminando los mares

La paradoja Griega, el país que lo tenía todo en contra y ha sido uno de los pocos países europeos capaces de contener el COVID-19. No aplicaron test masivos como Alemania, ni tampoco hicieron un despliegue tecnológico como en Corea del Sur o Israel. Sus medidas fueron más sencillas, disciplina, resiliencia, rapidez y conciencia ciudadana.

Después de más de un mes en confinamiento, las ruidosas calles de Kalamata, una de las ciudades griegas al suroeste de Atenas, famosa por sus aceitunas, se encuentran vacías. Como el resto de ciudades de Grecia, sus habitantes solo pueden salir para hacer ejercicio por breve tiempo, o comprar víveres.

¿El problema? Los implementos utilizados para la protección  como mascarillas, guantes, envases de desinfectantes y alcohol están apareciendo en parques, aceras y carreteras.

Pero el problema no se limita solo a esta pequeña ciudad griega. Residuos similares se están encontrando en ciudades como Nueva York y Londres. La magnitud de los residuos es tanto que en la isla deshabitada de Soko, a pocos kilómetros de Hong Kong, China, un grupo de conservacionistas de Oceans Asia, encontró unas 100 mascarillas durante una visita a la isla.

Stokes, miembro del grupo comentó que “hasta ahora no habíamos encontrado tantas mascarillas en un lugar tan remoto”, y asegura que lo más probable es que vengan de las cercanías de China o Hong Kong. “Cuando las encontramos, tan solo habían pasado entre seis y ocho semanas desde que se hubiera extendido su uso”, agregó.

Guantes desechables, mascarillas e implementos para la protección de quienes luchan en primera fila contra el COVID-19, el resto de habitantes de los países han normalizado su uso. Provocando una gran cantidad de residuos que no están siendo eliminados adecuadamente, lo ecologistas temen las repercusiones negativas que esto traerá para la vida silvestre y la lucha incansable son la contaminación por plásticos.

Volvemos a Grecia, donde la bióloga marina y directora de investigación del Instituto Archipiélago de Conservación Marina, con sede en Grecia Anastasia Miliou explicó que “Si se tiran a la calle, cuando llueve, los guantes y las mascarillas terminan en el mar”.

En Grecia existen problemas sistemáticos son la gestión de residuos, por ellos los guantes y mascarillas que son depositados en la basura, pueden terminar fácilmente en el mar. En Hong Kong, donde la basura en las calles es muy difícil de conseguir, existen otras formas en las que pueden llegar al mar, según Stokes.

“La gente va caminando, saca su cartera y del bolsillo cae accidentalmente una mascarilla”, explica, además si son bien depositadas en la basura, igual son tan livianas que pueden volar y terminar en el mar, y allí representan una gran amenaza para el ecosistema marino.

“En las aguas de Hong Kong, tenemos delfines rosados y tortugas verdes que pasan por este lugar”, alerta Stokes.

El reciclaje de las mascarillas no es sencillo, y constituye un problema

Joan Marc Simón, director ejecutivo de Zero Waste Europe, una ONG con sede en Bruselas explicó que todo los implementos que se utilizan para la protección que son correctamente depositados no son fáciles de reciclar.

Por el tipo de plástico de los guantes, no se pueden colocar en los envases de basura para reciclar que tienen las personas en sus hogares. Incluso los guantes de látex natural, no son tan ecológicos como parecen. Los químicos utilizados en su fabricación igual son nocivos para el medio ambiente.

Aunque reciclar en estos tiempos de crisis puede ser algo difícil, los expertos recomiendan evitar el uso de guantes, y reemplazarlo por lavarse las manos constantemente. 

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